7/08/2011

Esquizofrenia

Sus ojos verdes ya estaban cerrados.
Ella estaba bien peinada, uñas negras, labios rojos, lo de siempre. Pero algo había cambiado en ella. Algo que yo sabía muy bien.
Recostada en su cajón descansaba pacíficamente, como si no hubiera pasado nada.
 Arruinándome por dentro, lamentaba haberla tratado para la mierda, haberla tomado por loca cuando ella rogaba algo de ayuda.
Madre muerta, padre drogadicto, bastante antisocial, y yo era su única amiga.
 Ella me había confiado todos sus secretos. No le di bola.
"...Ayudame, por favor. Es en serio. La voz,... No lo soporto..."
Lo último que le dije rompió su corazón. Terminó de enloquecerla.
La voz la terminó dominando. La llevó justo a lo donde quería.
Al principio se metía en algunos pensamientos. Ella no le prestó atención, había cosas más importantes, su madre, mitad persona mitad morfina, o su padre, del que es mejor no saber nada.
No tenía tiempo para si misma.
"Está empeorando, creo que no me quiere acá"
Ahora no hay vuelta atrás. No hay manera de remendar el pasado o de esperar el cambio. Fue mi culpa. Todo mi culpa. 

3 comentarios:

  1. Bian! La verdad, el texto, la idea en sí, esta buena, pero a veces pierde la tensión, se disuelve. Como cuando habla del padre: con decir que se iba a "trabajar" (no entendí algo: se iba 20 horas?) y hasta lo de los olores está bien, pero lo de la deuda, los problemas, le va sacando tensión. Después el final está espectacular, me gustó mucho.
    Un beso, y ojalá te sirva lo que dije!

    ResponderEliminar
  2. Jajjajaaj si.. lo había pensado.. pero no tenía ganas de sacarlo xD (Sos rulo, no?)

    ResponderEliminar