6/04/2011

Historias de un gato

Esto lo escribí en Escritura Creativa, un taller del colegio. La consigna era buscar algo triste de nuestra vida, e intentar hacerlo cómico

Lo habían masticado como un chicle de "Tutti frutti", que son los más ricos. Al pensar en eso me dieron extremadas ganas de comer chicle.

 Ahora, él estaba serio, mojado, sentado en una esquina. Observaba todo.
 Michi se había asustado, saltado el paredón, y resbalado, para finalizar callendo en la cucha del perro de la casa contigua, que sería irónicamente "La boca del lobo". Llamé a mi abuela, que es médica, porque seguro que sabía como curar a mi mascota. Me dijo que le dé huevo batido en un plato, y así desperdicié todas las malditas tardes cagándome de calor, insolándome al lado del gato para que se cure.
 En esas eternas tardes me puse a pensar: ¿Cuántas vidas le quedaban ahora?

Este es Michi. me lo encontré a los 4 años, ahora tengo 13
 y sigue vivo :)
 Estaba aquella vez que se quedó dormido en la manta tóxica ultra-peligrosa del trabajo de mi mamá y también cenado en (o de) ella. El caso es que no sé por qué, pero desde ese día tiene una tos insoportable con el típico aroma a pez de su aliento felino.
También está cuando le puse un hermoso collar rosa con un cascabel centelleante. Terminó dejándole al gato un pequeño trauma hacia los arboles, ya que al sonar el collar estando en el árbol , atraía cada vez mas y mas perros hambrientos.
Otra vez fue cuando lo castraron, que al volver estaba tan drogado que se chocaba las paredes, hasta incluso se cayó de la escalera. 
Una vez, en sus épocas de juventud, se fue y peleó con otro gato, y al volver, le faltaba medio colmillo y cantidad de pelo de las orejas, además de unos rasguños menores.
Otra vez, cerré el placard sin darme cuenta que él estaba adentro, y estuve tan ocupada pegando carteles en la calle, que no noté el extraño ruido en el placard.
 Un día, Luna, una perrita que habíamos adoptado, que dormía cerca de su cucha, comenzó a pelearse con él  Michi perdió en la primera ronda, pero después le arañó la cara y salió ganando.


 Así, toda la tarde, llegué a la conclusión de que la gente miente, la gente es mala y me hace creer que los gatos tienen 7 vidas, pero no tienen 7 vidas, tienen más, al menos mi gato, Salem Michi Michi Miau, que es inmortal y va a vivir para siempre. Entonces, no hay 2012, si pasas por debajo de una escalera no tenés mala suerte, y si tirás sal tampoco, al igual que otras muchas mentiras que dicen los mayores para asustarnos, para sentirse importantes, o solo para tener tema de conversación.

1 comentario:

  1. Bien, lo que no queda claro es cuál fue precisamente el momento triste en tu vida... ¿Fue el encuentro al gato? ¿Fueron los traumas del gato? ¿Qué es lo que fue?
    Después, querida amiga, el léxico está para que lo uses, no para ser desperdiciado y abolido por los modismos de los imperalistas capitalistas. Empecemos a reemplazar el "ca*ándome" por "muriendo, desfalleciendo, tortuosamente" o similar. Luego, faltas de ortografía en: árbol y más. Y falta un punto en: "...pelearse con él. Michi perdió..."
    Luego de eso, no hay mayor corrección. Suerte en tu labor escritora. Y recordá que una buenta ortografía es el orgullo de todo escritor! ^_^

    ResponderEliminar